Un hombre llega de la cena de su empresa con una borrachera de campeonato, entra en su casa repasando para hacer ver que se encuentra bien:
Esta es la puerta de entrada a mi casa,
esta es mi cocina,
esta es la habitación de mis niñas,
esta es mi habitación,
esta es mi lámpara que está en mi mesita,
esta es mi mujer, y el que está a su lado, ese, ese, – ¡soy yo!